sábado, 27 de agosto de 2011

Padres irresponsables

Martes, 08 de febrero de 2011, 10:04
 Por Vilma Pandelo


Cuando dos personas se casan, tienen la intensión de forma un hogar con hijos, o sea, tener su propia familia, fruto del amor de ambos.

Dios da como regalo a esas uniones a los hijos y cuando estos llegan, los padres tienen la responsabilidad de proveer a sus vástagos de alimento, medicina, educación escolar y doméstica, pero más que todo, salud mental y una vida sana.

Pero lamentablemente los papeles de los padres aunque estén establecidos, no todos lo cumplen, pues muchos piensan que por el hecho de proveerles de cosas materiales, el amor, la dedicación, la comunicación pueden esperar.

No hay que ser ignorante para entender que cuando se traen hijos al mundo, deseados o no se debe asumir el papel de padre con responsabilidad, pero más en el hombre que en la mujer, lamentablemente esas reglas no se cumplen, más bien se rompen, porque el hombre mientras quiere a la madre de sus hijos, esos hijos estarán seguros, pero si por mala suerte el hombre se enamora de otra, fuera de la casa, tristemente, comienza a deteriorarse el matrimonio y puede llegar a un punto en que o el padre se va de la casa detrás de la falta de otra mujer o se envuelve en una relación de descaro, en la que la esposa tiene que soportar  la presencia de “la otra”, porque el hombre cuando es machista piensa que teniendo más de una lo convierte en una macho, y no sólo eso, que ambas se tendrían que soportar, porque las dos forman parte de su vida.

Pero la cosa no termina ahí, si el hombre que se ha enamorado fuera de la casa, tiene una amante y esta no es fácil, de seguro que querrá usurpar el lugar de la esposa y ahí la cosa se complica, porque “la otra” va a hacer todo lo posible por engatusar al hombre y si resulta que este hombre es pobre de mente o débil y se deja macanear, de seguro que saldrá ganado la amante y la esposa quedará rezagada un segundo plano y quizás hasta en una separación de cuerpos.

Lo grave del caso es que si la madre por cualquier circunstancia tiene que irse fuera del país, entonces los hijos que quedan bajo la responsabilidad del padre, ahí se daña la cosa, porque entonces la amante, que cree que ganó la partida, coge impulso y trata de ocupar el lugar de la esposa, pero lamentablemente los hijos no la aceptan porque entienden que ella fue la responsable de que sus padres se separaran.

Estas situaciones traen como consecuencia que el hombre, al estar atrapado, sabrá Dios con que maniobras, se dedica por entero a esa amante y se descuida de sus hijos, al punto de que todo lo que gana va a pasar a manos de “la otra”, quien muchas veces resulta una despiadada ambiciosa, que no le importan los hijos del hombre y arrastra a este a un punto en que los hijos pasan trabajo, porque el sustento que trae su padre no es suficiente.

Pero nadie ha pensado en Dios, actuamos como si sólo existieran los individuos y lamentablemente, nuestro Creador está ahí, mirando nuestras actitudes, nuestras acciones y sobre todo observando las intenciones de nuestros corazones y por supuesto aplicando las leyes de dar a cada uno lo que se merece.

Dios jamás se quita de donde está, porque si esa mujer no tiene piedad y se hace la de la vista gorda con relación a los hijos del amante, siendo ella madre, entonces, Dios le dará su castigo y le tocará la fibra más frágil que tiene un ser humano, que son su familia.

Nada en esta vida se queda sin saldo, como dice el refrán popular que no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, por lo tanto el que la hace la paga y aquí es que se paga todo, sólo es cuestión de esperar en Dios y no tratar de hacer justicia por sus propias manos, porque eso no funciona.

Hay hombres y mujeres que son descarados y hacen las cosas sin tomar en cuenta el daño que le pueden hacer a terceros.  Jamás triunfará el bien sobre el mal, ya que se debe combatir el mal, con bien.

Tampoco es verdad que una relación se puede basar o estabilizarse sobre la desgracia de otro o haciéndole daño a otros.  La vida es como un boomerang, todo lo que envías mal, regresa a ti y sobre todo hoy estamos aquí, de este lado y mañana podemos estar allá, del otro lado.

Por eso es bueno que miremos hacia donde nos guían nuestros pasos, para evitar hacer daño y luego tener que lamentarnos. Siempre hay un tiempo para casa cosa debajo del sol.

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