sábado, 31 de diciembre de 2011

A que sabe un beso?

Vilma Pandelo Cruz, el Sábado, 31 de diciembre de 2011 a la(s) 22:54

Acaso quieres saber
A que sabe un rico beso
Yo he vivido el exceso
Y lo puedo reconocer

Lo que siente una mujer
Cuando le dan un beso
En un inmenso placer
Y un sublime embeleso

Son muchos los que
En su momento,
pudieron experimentar
y no dejaron pasar
el sabor que tiene un beso.

Cuando se unen dos bocas
Para dar un dulce beso
Se siente una cosa loca
Que nos envuelve por dentro

Es una grata emoción
Algo indescriptible
Parecería imposible
Pero late el corazón

Para que se sienta bien
Es mejor cerrar los ojos
No permitir que el sonrojo
Los haga desfallecer.

Tiene un rico sabor a miel
Que a cualquiera lo provoca
Mejor un beso en la boca
Lleno de amor y placer

Y todo el que quiera saber
Lo que es el sabor del beso
Que busque a una mujer
Y ya sabrá lo que es eso

La mujer enamorada
Siempre ansia ese beso
Es como una llamarada
Que nos mantiene preso

En sus labios se perfila
Es la esencia más sabrosa
Que en amor se pueda dar
Ese sublime besar
Que me mueve y me provoca

Y que en un dulce despertar
Parece más ilusionada
que con solo una llamada,
la pudiera conquistar.

Y se dejaría besar
Con toda esa locura
Si llegara a despertar
De aquella triste amargura.

Porque no hay amor sin beso
Ni besos sin emoción
Si no pierdes la razón
Entonces no sería un beso.

El besar con embriaguez
Tiene un algo sublime
Que al que besa redime
Y lo hace enloquecer

Porque el néctar del amor
Hace a cualquiera perder
El amor de una mujer
Cuando ama de corazón.



miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un mundo trágico


Por Vilma Pandelo Cruz

Ya en estos tiempos, con eso de la evolución, la corriente del modernismo y los avances tecnológicos, la vida en vez de ser un poco más cómoda se ha convertido en verdadero caos.
Estamos viviendo porque todos tenemos un propósito en la vida, pero con esta situación tan difícil no crea que existan muchas personas o más bien mujeres dispuestas a traer a un niño a un mundo trágico e incierto.
Empezando por el egoísmo masculino, pues hoy hombre que en su ignorancia, machismo cuando una mujer no lo quiere, deciden quitarle la vida, y para no cargar con el muerto e ir a la cárcel prefieren suicidarse.

Los degenerados violadores de menores, que no piensan en la inocencia de un niño que apenas está empezando a conocer sus alrededores y le quita su derecho a tener una vida normal.  Eso es un desastre y una verdadera crueldad en contra de las indefensas criaturas.

Tantas muertes por inconscientes que por cualquier movimiento un balazo, los atracos están cada vez más abundantes, los pandilleros que no tienen con qué entretenerse se reúnen para ver a quien van a atracar y si sales vivo, dale gracias a Dios, porque lo material se repone, pero la vida, no.

Los accidentes automovilísticos, los accidentes que atropellan de muerte a personas que las dejan tiradas como animales, los encuentros entre policías y atracadores, las redadas, los asaltos y la última moda: los secuestros, esto es sumamente trágico y yo pregunto ¿a quién le vamos a llorar?

Lo peor del caso es que los delincuentes están como hormigas, ya la seguridad ciudadana es cuestionable, porque la labor de las autoridades competentes parece ser muy floja.  Ya los habitantes viven con miedo y de noche es muy peligroso andar en las calles.

Y las cosas continúan de mal en peor, la gasolina en constante aumento aunque el dólar baje, están abusando con el pueblo.  Cuando sube la gasolina absolutamente todo se dispara, aun cuando las mercancías hayan sido perdidas antes de los aumentos, los dueños de farmacias, supermercados, librerías, tiendas venden al precio que ellos consideren.  Los impuestos ya dan hasta pena, porque todo lo que consumimos, aunque sea el agua tiene impuestos. Y vuelvo a preguntarme adonde llegaremos con esa forma de vida.

Suben los cosméticos, las consultas medicas, los seguros, los servicios telefónicos, eléctricos y acuíferos están más allá de las nubes y los sueldos, bien gracias, pero si aumentan los sueldos y siguen las alzas, estamos en lo mismo y esto de alguna manera hay que detenerlo.

No hay una fórmula que no indique que las cosas van a mejorar, hay que buscar una corriente nueva algo que cambie el panorama, que bajen todo hasta un límite y que las personas sean más conscientes de la situación y cooperen con la mejoría, aportando ideas que se puedan aplicar, no debemos quedarnos en el vacío.

Este es un país privilegiado y a pesar de caos y tragedias, somos ricos en naturaleza, solo es cuestión de disposición y de trazar metas y hacer planes para controlar la corrupción, la delincuencia y mejorar nuestra economía, pero eso lo lograremos todos juntos.  Encausando nuestras energías hacia un mismo propósito y un mismo fin.

Tratemos de ofrecerles a los que nacen, un mundo mejor, no un mundo tan trágico y todo eso es culpa de hombre que en su naturaleza se ha convertido en egocéntrico y ha querido comparase con Dios, olvidando que sin El nada es posible y que no se mueve una sola hoja sin su consentimiento.

Pensemos, meditemos y aportemos nuestras ideas y todos juntos, podemos vencer, porque la unión hace la fuerza y yo quiero una mañana lleno de luz, de perdón, de paz, misericordia, esperanza y sobre todo lleno de amor, Amen.


miércoles, 21 de diciembre de 2011

Se ha perdido todo


Por Vilma Pandelo Cruz

            Siempre he pensando que tanto  avances tecnológicos, evolución y modernismo iban hacer que el hombre en su afán de querer tener el dominio absoluto iba a llevarlo a la destrucción del mundo poco a poco.
            Lo primero que se perdió fueron los valores morales, urbanidad, buenas costumbres y todo lo que ello conlleva.
            También con ellos el respeto de los hijos hacia los padres, pues en este tiempo los hijos de hoy no respetan para nada a sus padres, son muy malcriados, pues aunque a veces los padres cometen errores efectivamente se lo sacan en cara, sin importarles el motivo.
            Se ha perdido el respeto por el noviazgo, pues ya las parejas viven, no se casa, son muy pocas la que lo hacen, hoy día no tienen amores, se van directo a los  moteles, dizque a conocerse en ese aspecto y así duran un tiempo hasta que deciden mudarse juntos y dicen que si se llevan bien con el tiempo se casan y cuidado si nunca.
            Ya no se respeta el matrimonio, esa institución sagrada, que hace legal a un verdadero núcleo de la sociedad.
            Ya se ha perdido la armonía entre los hermanos, porque todos el mundo tiene su personalidad y hay hermanos que no aceptan las diferencias que existe entre algunos miembros, y siempre existe n las diferencias y otros dicen tener razón en todo, pero todos sabemos que cada uno individual tiene la razón, solo es cuestión de que todos expongan su posición y se le respete. Incluso el dinero de los padres y las herencias son causa de ruptura en la misma familia.
            En el caso de los mujeres para tener los hijos, que no piensan en que es un responsabilidad, que requiere de padres responsables, y tienen hijos con cualquiera, solo que le guste el hombre aunque no le asegure futuro, no un padre para sus hijos sino un hombre para que la lleve a la plenitud, como mujer.
            También se ha perdido el respeto entre las personas, porque los hijos no respeta las relaciones de sus hermanos y amigos, ya que para meterse en el medio de esa gente para desbaratar relaciones, si una mujer tiene un relación y lleva su pareja a casa de una amiga, esa dizque amiga empieza a coquetearle y se lleva la pareja de esta mujer, así pasa con el hombre, cuando se tiene una pareja jamás se tienen amigos.
            De igual forma con cualquiera que tenga una relación debe ser celoso de esa pareja, porque  como dicen nada es de nadie, si hay alguien que lo ansia, todos las pueden desear.
            Otra caso que se ha perdido es la seguridad de sexo, hoy todos viven confundidos con su preferencia sexual, hoy los homosexuales y lesbianas están a la orden del día. Por donde quiera nos sale un homosexual saludo del closet o una lesbiana, que se canso de los hombres y prefirió a una mujer.
            Ya no se lucha por la dignidad, porque cada persona se cree digna de acuerdo a su conveniencia y al concepto que tenga de ella; el orgullo ha desaparecido del vocabulario de la mayoría de las personas, pues si el dinero es más fuerte que el orgullo, este desaparece, porque realmente con el orgullo no se compra.
            Son muchas las cosas, valores, tradiciones que se han perdido, se han ido con el tiempo y los padres de ayer no se preocuparon por hacerlas presente como tal, y los padres de hoy las desconocen o simplemente no les interesa conservarlas.
            Solo lamento que los jóvenes de hoy no tendrán nada de eso y los del mañana no les importará saber, porque creen que viven con lo necesario. Porque un pueblo sin traiciones es un pueblo sin historia…

            

martes, 13 de diciembre de 2011

Los colmadones: amos del barrio

Por Vilma Pandelo Cruz


No hay que vivir en un barrio para saber qué es un colmadón, que no es más que un bar disfrazado de colmado, para guardar las apariencias.
            El colmadón es muy popular y de eso se puede hablar mucho. Estos forman parte de nuestro folklor y no son más que una especie de colmados, pero la diferencia es que venden cervezas y otras bebidas dominicanas, tienen sus sillas afuera o se sientan en las mismas cajas de botellas, tienen sus bocinas con música y si no la tienen se asocian con uno de los borrachines del barrio que tiene uno de esos aparatos con 4 bocinas y al que le encanta la bulla y está dispuesto a compartirlo.
            Los colmadones tienen sus contras, ya que ahí se arman unos escándalos nocturnos que no dejan dormir a los vecinos y aparte de eso traen como consecuencia que la basura de los colmadones va a parar en los callejones de las casas de los lugareños, ya que mayormente las personas que acuden a esos lugares son de los alrededores del barrio y en los barrios muchas veces carecen de educación doméstica, que no se aprende en ningún otro sitio que no sea en el hogar.
            Puedo decir con certeza que el se pobre o de un barrio no es una razón para que las personas tengan deficiencia educativa.
            Las compañías licoreras le patrocinan disco-ligth u otros eventos y se lo montan frente del vecino. 
            Si resulta que en las casas hay matas que den sombra, los visitantes se instalan y dejan toda la basura y al otro día ve uno a los del lugar barriendo todo el reguero que dejaron.
            Ya en los colmadones tienen sus sillas y mesas plásticas que sacan cuando llegan los consumidores.  También venden picaderas. 
            Otra cosas que debemos observar y es que como allí no hay baño, siempre que el hombre quiera "desaguar", se mete en el callejón del vecino y hace su necesidad, o en el frente de una de las casas vecinas, dejando un mal olor.
            Muchas veces los vecinos cansados de la bulla, el desorden que dejan los visitantes le dan la queja al dueño del colmadón este se pone enemigo del vecino y hasta le dice al vecino que si le molesta que se mude.
            La mayoría de las veces lo que van al colmadón tienen carro, como los espacios se van llenando, parquean sus carros en el frente de cualquier casa, impidiendo muchas veces que los dueños puedan parquearse tranquilamente.  Además cuando uno quiere entrar a la casa no puede, porque le han bloqueado la entrada y nunca aparece el dueño del carro.
            Unos de los personajes que acuden a los colmadones, casi siempre los fines de semana son los jugadores de equipos de pelota o softbol que luego que terminan de jugar van a parar allá para comentar lo acontecido y forman un verdadero escándalo. 
            Los colmadones son visitados por todo tipo de persona, mayormente por hombres, que muchas veces los sábados o domingos recogen a su familia con todo y niños y se parquean en el colmadón para reunirse con los canchanchanes acostumbrados.  Muchas veces dejan a los niños dentro del carro y los pobres inocentes pasan las de Caín, otras veces se desmontan y comienzan a correr y a cualquier hora del día la bulla molesta.
            En ocasiones cuando es de noche y hay un grupo en el colmadón, que dura hasta las tantas, la calle se pone oscura y hay tipos que hasta tienen sexo en los carros o callejones.





miércoles, 7 de diciembre de 2011

El hombre retro-sexual

Por Vilma Pandelo Cruz






La palabra retro significa hacia atrás, en otras palabras retroceder.

Anteriormente había hablado de los metrosexuales,  pero después de que el escritor Mark Simpson hace 9 años utilizó el término fueron muchos los hombres que se definieron como metrosexuales y esa época revolucionó al  mundo. Pero por la evolución que está transformando al mundo ya el metrosexual ha desaparecido y ha dado paso a otro tipo de hombre, que es el retro-sexual, un individuo menos sofisticado, despreocupado, desaliñado que tiene un estilo propio, y se preocupa muy poco por lo que piensen los que están a su alrededor.
    Este hombre dejó los cosméticos, la peluquería, manicuras, los estilistas y diseñadores.
    Es un verdadero macho y se acerca más al originario de las cavernas, que lleva su sangre machista en las venas y para quien el cuidado personal no va más allá de la ducha diaria y el cepillado de los dientes.
    Los retro-sexuales se sienten encantados de serlo y le hacen honor a su parte masculina y no poseen ni una pizca de vanidad, pero si de orgullo.
    Este término es utilizado para definir a un hombre con poco sentido de la estética, quien no gasta ni tiempo ni dinero en cuidar su apariencia personal ni su estilo de vida.
    Estos hombres se reconocen por poseer un aspecto rudo, primitivo, muy ardiente, presencia de chico malo, pero con una sonrisa angelical.
    Dentro de sus preferencias no están ni el gimnasio ni la peluquería, por eso cuando se levantan sólo se duchan, se afeitan y salen muy natural, creyéndose que el mundo es de ellos y sintiéndose seguros de sí mismos.
    Sus prendas para vestir suelen ser muy clásicas y simples, pero nunca caen en lo ridículo ni vulgar.
    Los retro-sexuales traen consigo el gusto por las revistas de autos deportivos, los juegos de futbol y las cervezas.  Si practican ejercicio le gusta practicarlos en grupo, al aire libre.  Generalmente a este hombre le gusta fumar, no usa ropa de marca, elige por comodidad o costumbre no se complican por las combinaciones, porque siempre se va por lo básico, para ellos ser retro-sexual es ser simplemente masculino.
    En cuanto al comportamiento este hombre jamás te dejará pagar la cuenta, ya que en su estilo de vida eso no se permite pues piensa que él debe proveer y una mujer con un hombre así debe sentirse alagada.   Si conserva la costumbre de abrirte la puerta del auto, del restaurante o de tu casa y si tienes algún problema, él te protegerá y se hará cargo de los inconvenientes que estés pasando. No tiene reparos en la alimentación para él lo más importante es vivir.  Si vas al cine gusta de ver películas con escenas crudas, rudeza y mucha acción.
    Definitivamente es un hombre primitivo, pero evolucionado, que sigue tratando a las mujeres como damas.  Mantienen sus costumbres ancestrales de proveedores y protector y hasta con todo y andar un poco desaliñado ha comenzado a encantar a las mujeres por ser machos de armas tomar.
 
 

viernes, 2 de diciembre de 2011

La envidia: no mata pero mortifica

Por Vilma Pandelo Cruz

La envidia es un fenómeno psicológico muy común que hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. Puede ser explícita y transparente, o formar parte de la psicodinámica de algunos síntomas neuróticos. En cualquier caso, la envidia es un sentimiento de frustración insoportable ante algún bien de otra persona, a la que por ello se desea inconscientemente dañar. ¿Por qué?
    El envidioso es un insatisfecho (ya sea por inmadurez, represión, frustración, etc.) que, a menudo, no sabe que lo es. Por ello siente consciente o inconscientemente mucho rencor contra las personas que poseen algo (belleza, dinero, sexo, éxito, poder, libertad, amor, personalidad, experiencia, felicidad, etc.) que él también desea pero no puede o no quiere desarrollar. Así, en vez de aceptar sus carencias o percatarse de sus deseos y facultades y darles curso, el envidioso odia y desearía destruir a toda persona que, como un espejo, le recuerda su privación. La envidia es, en otras palabras, la rabia vengadora del impotente que, en vez de luchar por sus anhelos, prefiere eliminar la competencia. Por eso la envidia es una defensa típica de las personas más débiles, acomplejadas o fracasadas.
    Dicho sentimiento forma parte también de ese rasgo humano, el narcisismo, desde el que el sujeto experimenta un ansia infatigable de destacar, ser el centro de atención, ganar, quedar por encima, ser el "más" y el "mejor" en toda circunstancia. Debido a ello, muchas personas se sienten continuamente amenazadas y angustiadas por los éxitos, la vida y la felicidad de los demás, y viven en perpetua competencia contra todo el mundo, atormentadas sin descanso por la envidia. No es ya sólo que los demás tengan cosas que ellas desean: ¡es que las desean precisamente porque los demás las tienen! Es decir, para no sentirse menos o "quedarse atrás". Este sufrimiento condiciona su personalidad, su estilo de vida y su felicidad.
    Las formas de expresión de la envidia son muy numerosas: críticas, ofensas, dominación, rechazo, difamación, agresiones, rivalidad, venganzas... A escala individual, la envidia suele formar parte de muchos trastornos psicológicos y de personalidad (p.ej., algunas ansiedades, trastornos obsesivos, depresión, agresividad, falta de autoestima...). En las relaciones personales y de pareja, está involucrada en muchos conflictos y rupturas. En lo social y político, su influencia es inmensa. Por ejemplo, la envidia del poder sexual, emocional y procreador de las mujeres alimenta el machismo. La envidia de la fuerza y libertad del varón refuerza el feminismo. La envidia de los pobres y resentidos estimula sus violentas revoluciones e igualitarismos. La envidia de los poderosos fomenta sus luchas intestinas. La envidia de los narcisistas y codiciosos nutre los concursos millonarios de televisión y sus audiencias. La mutua envidia de las mujeres robustece el colosal negocio de la belleza y la moda, así como la de los hombres excita su frenética competitividad. La envidia sexual es el combustible del morbo y la prensa rosa. Las envidias económicas desenfrenan el motor consumista... etc.
    No hay que confundir la envidia con los celos, que son sentimientos muy distintos. La envidia nace de las carencias del sujeto, que quiere destruir al objeto-espejo. Los celos, en cambio, nacen del miedo a perder el afecto de la persona amada, a la que se quiere conservar. No obstante, ambos sentimientos pueden ir juntos. Por ejemplo, cuando una persona ataca a su pareja infiel y al (o la) amante de ésta diciendo que lo hace por "celos", a menudo una gran parte de su rabia procede también de su envidia inconsciente, ya que el despechado/a deseaba secretamente ser infiel sin atreverse a ello, mientras que sus engañadores se le adelantaron. Por eso ahora se siente herido/a y humillado/a en su orgullo.
    En fin, cuanto más débil, insatisfecha o narcisista es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento emocional. La persona madura no envidia a nadie.




sábado, 26 de noviembre de 2011

El regreso del amor perdido

Por Vilma Pandelo Cruz

Tiempo atrás escribí un comentario a un artículo de un colaborador sobre un amor perdido y recibí un correo de un joven que me explicaba que a veces no es bueno alejarse de ese amor que fue, porque hay situaciones que tienen remedio y que si se insiste, de seguro que se puede lograr regresar de nuevo y entonces viene una reconciliación.
            El joven me decía que cuando ese amor perdido se va, muchas veces tratamos de sumergirnos en otro nuevo amor, pensando que podemos volver a ser felices con este, pero sucede que las cosas no siempre salen como uno quiere y ese nuevo amor quizás resulta una pérdida de tiempo, porque no logramos borrar las huellas del amor perdido, y entonces nos vemos precisados a insistir con ese viejo amor y buscar la forma de atacar otra vez, y casi siempre se regresa a ese amor que alguna vez perdimos, pero que jamás olvidamos.
            Realmente reconozco que él puede tener razón, porque por eso el mundo es mundo, pues hay de todo y uno de los desafíos del hombre en su sobrevivencia es justamente vencer los obstáculos y conseguir la solución a los problemas.
            Muchas veces cuando encontramos un nuevo amor, que viene a ocupar el espacio del amor perdido, podemos encontrar que este estaba ahí para nosotros y que lo que una vez creímos que era el amor de nuestra vida, o la persona que ocupaba nuestro corazón no había nacido para nosotros y el nuevo amor borró las huellas del antiguo amor.
            Pero también se puede dar el caso de que terminemos con la nueva relación porque no nos resultó o no llenó el espacio que se quedó vacío y hagamos un pare, pensemos en lo que perdimos y nos lancemos a reconquistar a esa persona.
            Es posible que alcancemos reconquistarlo de nuevo y entonces todo vuelve al lugar de inicio, rescatamos lo perdido y de paso agregamos un poco más de amor y pasión para que surja de nuevo ese deseo de estar y fundirse los dos en uno.
            La verdad es quela reconciliación es un estado embriagador, casi mágico, es el momento en que se olvidan los rencores, y los reproches dejan de ser problemas, todo vuelve a ser como antes, una eterna luna de miel.
            Dice Yoscar Sarante en una canción que vale la pena pedir perdón, cuando se ha fallado y no permitir que el orgullo y los rencores maten el amor.
            Realmente hay que luchar por las cosas que una quiere, pues de lo contrario quien no lucha por lo que quiere no tiene derecho a ello.
            Toda mujer que ama debe luchar por el amor, porque es una forma de realizarse, cada vez que amamos tenemos la capacidad de demostrar que somos humanos y que somos capaces de sentir como humano y verdaderamente el amor es el sentimiento más sublime que existe en el mundo, es la fuente de inspiración de Dios y por eso amar debe ser siempre dignificante, y porque no, excitante.
            Es cierto que cuando hay un amor perdido, lo mejor es intentar buscarlo de nuevo, porque puede ser que esté al doblar de la esquina, esperando por nosotros, sólo es cuestión de tiempo.
            Lamentablemente el tiempo es oro y hay que aprovecharlo, no podemos darle tiempo al amor, porque muchas veces cuando nos venimos a dar cuenta, hay otra persona que anda husmeando, al asecho de cualquier flaqueo para lanzarse como fiera a desgarrar a su víctima, que por supuesto podría convertirse en una rival peligrosa, porque en eso del amor, no gana quieren quiere, sino quien puede.
            El que ama tiene un poder inmenso, porque el amor es una fuerza indestructible e indetenible, sólo hay que amar, experimentarlo para conocer hasta qué punto se puede llegar en cosas del amor.  Aquí no hay quien pueda, realmente no hay papeles, ni compromisos que despojen al amor, del derecho que se tiene, por el solo hecho de experimentarse ese hermoso, maravilloso y sublime sentimiento.
            Un sentimiento inmune a todo, porque cuando se ama, no hay mal que pueda destruir la intensidad del mismo, por eso es que con un amor perdido, solo es cuestión de recapacitar y buscar las cosas que lo hicieron crecer y alimentarlo de esos detalles que van unificando el todo.
            La reconciliación es tan hermosa y reconfortante, que es como si fuera la primera vez, es como comenzar de nuevo.  Enamorar de nuevo, conquistar de nuevo, reconstruir lo que se fue debilitando sin los amantes darse cuenta.  Y lo más grande de todo que cuando dos amantes que se han dejado vuelven de nuevo a reconstruir el amor, jamás se separan, porque el amor en una segunda oportunidad se solidifica, se compacta, se crece y se eterniza.
            Como dice un refrán muy viejo: “Si amas a alguien más que a tu propia vida, déjalo libre, si vuelve, era tuyo y no vuelve, nunca lo fue”.



martes, 15 de noviembre de 2011

Quién podría matar el amor

Por Vilma Pandelo Cruz






Tiempo atrás  mi querida amiga doña María Mclain me entregó una hojita sacada de internet con un título que me llamó mucho la atención porque siempre he hablado de que el amor nunca muere, que es ciego, que muere la ilusión, lo que es el amor, pero aunque no muere como esencia o fuerza, si lo pueden matar dentro de las personas como sentimiento, claro que alegóricamente.
    Leía sobre la historia que tenía en mis manos, la cual contaré lo que entendí y a mi manera, para señalar lo que me interesa.
    Empezando con que el Odio, el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, había decidido matar al Amor y reunió a todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano. Ya todos juntos escucharon al Odio manifestar su intención de que mataran al Amor, claro que todos estaban contentos porque tenían el mismo sentir del Odio, entonces el primer voluntario fue el Mal Carácter y este aseguró que provocando discordia y rabia lo mataría, pero al cabo de un año se volvieron a reunir todos y resultó que no pudo. Habló la Ambición quien haciendo alarde de su poder, intentaría desviar la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y el poder, aseguró que mataría al Amor.
    Realmente el Amor cayó herido, pero después de luchar por salir adelante renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.  El Odio se enfureció y decidió enviar a los Celos quienes burlones y perversos intentaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas, pero el Amor confundido lloró, y pensó, que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
    Así años tras años el Odio envió a sus más hirientes compañeros, envió a la Frialdad, al Egoísmo, a la Cantaleta, la Indiferencia, la Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba. 
    El Odio viendo que todo fue inútil se dio por vencido, pero de pronto desde un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido, que vestía de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte. “Yo mataré al Amor”, dijo con seguridad. Todos lo dudaron, pero al cabo de un tiempo se reunió con el grupo y anunció la muerte del Amor.
    Y así murió el Amor, en manos de un extraño, de una actitud que ni siquiera es un sentimiento y que por la constante repetición o monotonía en la que caen los seres humanos que no son capaces de alimentarlo con cosas nuevas, dejan morir al sentimiento más grandioso que pueda existir, el cual ha sido musa de poetas, compositores musicales, pintores, escultores y de la naturaleza.  Y precisamente lo mató la Rutina.
    Muchas personas dejan que su amor se muera, porque no tienen iniciativa, creatividad, prefieren vivir en la monotonía, hacer de su vida una costumbre, como algo mecánico; brindarle a la pareja siempre lo mismo, sin permitirse alimentar la imaginación.  Prefieren que la rutina mate el amor, por comodidad, dejadez, por el simple hecho de creer que el otro es quien debe sostenerlo vivo, pero el que no sabe mantenerlo porque no se inspira o porque no quiere, que lo suicide dentro de sí, entonces si podría decir que no existe, porque el que no ama simplemente está muerto en vida.           
    El acto de amor más grande que ha mostrado el mundo, cuando Dios entregó a su Hijo Unigénito, para que muriera en la cruz, Jesucristo que decidió morir para que nuestros pecados fueran perdonados y tuviesemos vida eterna.
    Cuantas cosas hermosas se han hecho por amor y con amor, como la concepción de un hijo. Dar tu sangre a un moribundo, cuidar de los enfermos, adoptar a un niño, acudir cuando nos necesitan, darle de comer al hambriento, curar las heridas, socorrer al necesitado, cuidar a los envejecientes y proteger a los inocentes.



martes, 8 de noviembre de 2011

La química en el amor

Por Vilma Pandelo Cruz






Cuando me refiero a la palabra química no es precisamente lo referente a la materia o la ciencia sino a esa empatía que existe entre dos seres humanos de sexos opuestos.
    Pero aún así quiero señalar que la Química es la ciencia que estudia la naturaleza y las propiedades de los cuerpos simples, la acción molecular de los mismos unos sobre otros y las combinaciones debidas a dichas acciones, que si la asociamos a la del amor tienen elementos comunes.
    Pero la química biológica o bioquímica es la parte de la química que comprende el estudio de las reacciones que se producen en los tejidos orgánicos.
    La empatía y afinidad son sinónimos de la química.
    Pero en cuanto al amor se refiere, la química entre las dos personas surge cuando al mirarse por primera vez, sienten una especie de encantamiento y placer al compartir.
    Es una especie de embriaguez y magia que motiva a ambos seres a querer estar cerca el uno del otro y darse mutuamente.
    Cuando ambos conversan y desean compartir cosas, gustos, ideas, es posible que exista el asunto de la química.
    Pero cuando se unen en un intrépido y emotivo beso, es ahí cuando se determina si el placer es recíproco y entonces se da el caso de una verdadera química, ya que en el amor al darse mutuamente, debe sentirse un cosquilleo, un grado de excitación capaz de transportarlo al nirvana que no es más que el anonadación final del individuo en la esencia divina.  Es como si nos eleváramos al cielo, flotando y nos perdiéramos en el espacio.
    Cuando hay química entre dos personas se conjugan muchas cosas y puede resultar una hermosísima relación.
    Muchas personas desconocen que para una buena afinidad debe existir la misma tendencia hacia cosas que existen y que a ambos les gusta.
    La química surge de adentro, de las células, los tejidos, los órganos, los cuales obedecen a los estímulos sensoriales que experimentan los seres humanos cuando su cerebro envía un mensaje al corazón y en el cual se combinan todos los sentidos, para que se de el mismo sentir.
    Cuando existe química todo resulta diferente, todo combina, todo es igual y en las relaciones sexuales, las cosas funcionan con intensidad.
    Ese elemento o ingrediente que hace el amor grande y que sobresalga o se diferencie de cualquier sentimiento experimentado por los seres humanos, es lo que cambia todo el panorama amoroso.
    Sin salirme de la química y siguiendo con el tipo de sentimiento que une a la pareja, muchas veces la conjugo en sus tres estados: sólido cuando nace, pero jamás lo puedes unir con otro elemento porque nada sólido se une; líquido porque después de los recursos para mantener la solidez se mezcla el tu con el yo y se convierte en somos y siempre estarán unidos, pero el más indeseado es el gaseoso que se evapora porque las técnicas desaparecieron, el interés se aplacó y se pierde todo.
    Pero solo dos elementos la hacen crecer y mantenerse: la creatividad y la disposición.
    Les invito a que se registren y se hagan un examen o análisis introspectivo para buscar la falla del adormecimiento y aniquilamiento de las acciones que determinan la existencia de una buena química.