Por
Vilma Pandelo Cruz
La historia la hacen los hombres,
pero siempre involucrando a las mujeres, pues son las que traen al mundo a los
seres humanos.
Muchas veces pienso que Dios debió
permitir que los hombres llevaran en su vientre 9 meses a un hijo, que esa
responsabilidad fuera en turno, para que de esa forma ellos pudieran sentir lo
que duele traer al mundo un niño, que sientan los dolores de parto para que por
un momento tuviera que soportar ese
grandioso, pero hasta cierto punto agonizante dolor de parir.
Desde hace unos anitos las mujeres
han venido siendo víctimas del egoísmo de los hombres, ya que estos, por su
estúpido machismo, requieren que las mujeres sean esclavas de ellos y se
sienten como si fuera dueños y que esa mujer solo debe sentir amor hacia ellos,
que el amor no debe terminar, que es obligado quedarse atado, hasta que sean
ellos quienes decidan dejarlas por todas.
Que no me diga nadie que el hombre
cuando deja de gustarle la mujer que tienes, es capaz de abandonarla a su
suerte y se olvida de los hijos; pero para ese hombre dejar a su esposa, amante
o novia tiene que estar enamorado de otra, porque de lo contrario se queda en
el mismo lugar.
Diferente a la mujer, quien no basa
su vida en unión por el simple hecho del sexo, ella usa otros factores que se
combinan y se desencanta del hombre cuando este le falla en muchas cosas.
No se que se entra en la cabeza a
los hombres, que cada vez que saben que la mujer no lo quiere o lo va a dejar,
deciden matarla, quemarla, con todo y los hijos y luego se quitan la vida, pero
no por amor, sino porque saben que si se quedan vivos, les toca como 30 años de
cárcel y se la pasarían amargados con el remordimiento.
El hombre se ha tornado tan egoísta
que no soporta que la mujer lo vote, pero sí hacerlo él y la compañera que se
quede tranquila y se conforme con verlo
de lejos, o tal vez convertirla en amante después de haber sido su esposa, por
el capricho desconsiderado de irse o mudarse con su nueva adquisición (por supuesto
otra mujer).
Ya los tiempos han cambiando, tanto
la evolución, el modernismo y la tecnología le ha dado un giro a la vista de
los seres vivientes, le ha dado a la mujer un espacio que aunque siempre ha
sido de ella, jamás se le reconocía y aunque se oiga mal, si el hombre es capaz
y sí que lo es de serle infiel a su compañera, por qué esa compañera no le
puede ser infiel a él.
Y pienso que la ignorancia es lo que
lleva al hombre a creer que la mujer es de su propiedad y que si ella acepta
unirse a él en un hogar; y realmente todos sabemos que nadie es dueño de nadie,
las personas no son objetos y los sentimientos tampoco tienen precio, por tanto
debemos y podemos estar con la pareja
que nos interese y no por gratitud, porque si a eso vamos entonces ahí existe
la compra de una persona.
La fidelidad debe ser algo relativo
y personal, algo de conciencia y concepto, y como dice un filosofo que el
hombre es él y su circunstancia, nadie sabe porque una mujer es infiel, pero si
sabemos porque los hombres son infieles.
Existe
en el mundo más mujeres que hombres y entiendo que cuando una mujer no quiere a
un hombre en vez de serle infiel debe dejarlo, pero cuando un hombre ha dejado
de interesarle una mujer debe dejarla, el se busca una y ella puede encontrar
otro que si la valore, no hay que llegar a matarla, porque los seres humanos
hacen solos y deben morir solos y que Dios se encargue de llevárselo, no que
otro hombre semejante, le quiera arrancar la vida por egoísmo y un mal
infundado machismo que a nada conduce.
Pienso que los hombres no tienen ni
idea del valor de la vida, porque no son ellos los que traen al mundo seres,
solo lo engendran, pero la mujer no mata porque sabe lo que duele una criatura
al mundo y más que todo llevarla en su vientre por 9 meses…