Por
Vilma Pandelo Cruz
La
verdad es que la evolución, el modernismo y la tecnología han venido a
revolucionar al mundo, ya que nada escapara a sus influencias y el hombre ha
sido el más afectado, ya que él ha sido el mayor impulsador de la misma.
Pero hay
que cuestionarse que es lo que motiva al hombre a inmiscuirse en esas
corrientes y alejase de su condición humana.
Es difícil entender a los habitantes
de esta tierra, pero una de las herencias dejadas por nuestro Salvador y
Redentor Jesucristo fue el amor al prójimo
y de unos años para acá eso ya ha desaparecido de la mente y el corazón
humano, dando paso a los mas bajos sentimientos o actitudes que surgen del
alma. Tal parece que en vez de cosechar amor, se están inyectando veneno.
Y con todo lo que ha venido
acontecimiento, se están viendo tantas cosas extrañas, antes, pero ahora se han
convertido en casi cotidianas, porque cada día vemos el desplome de tantas
cosas que antes constituían la verdadera esencia de la vida.
Hoy por hoy los intereses de
cualquier tipo, pero en especial es dinero, ha venido a convertirse en un dios
para todo el que cree que con ese metal puede dominar al mundo, a pesar de que
todos los seres humanos, según dicen, tienen un precio que casi siempre resulta
en metálico.
El dinero aunque muy necesario para
mantener estatus o niveles de vida estables o más o menos bien, se ha
convertido en el eje de todo lo malo, o sea, de él se desprenden todas las
cosas que sacan de la normalidad a los seres humanos, para convertirlos en
ambiciosos y de ahí viene todo lo demás.
Más de una vez el dinero ha sido
motivo de rupturas entre parejas, amigos, hermanos e incluso padres e hijos.
Porque no importa cuán unida este la familia, el día que exista un asunto que
envuelva dinero, surgen los problemas y ahí comienzan los conflictos familiares
que muchas veces, terminar en tragedia irreparables.
Se han venido dando casos entre
hermanos y padre e hijos que se han separado por causa de dinero. Ya que una
parte, cuando los progenitores se mueren y no dejan sus testamentos claros, o
sus herencias repartidas en vida, entonces hay otros que quieren todo su dinero
y son capaces de dejar a los otros en la calle.
Hijos que han solicitado su herencia
en vida y los padres se oponen y terminan los hijos matándolos o enemigos y
otros desheredados.
Tomando en cuenta todas esas
barbaridades que se han venido cometiendo últimamente por el dinero. Es
preferible que los padres repartan la herencia en vida, o que dejen el
testamento bien claro para que no existan dudas a la hora de su lectura;
enseñar a los hijos que el dinero compara muchas cosas, pero las cosas
espirituales que al fin de cuentas son las que perduran eternamente, no las
compra y además hay que enseñar a los hijos que el dinero hay que ganárselo y
que para ganárselo hay que estudiar para luego trabajar y de esa forma puedan
darle su justo valor.
Si usted desea que alguien sea su
enemigo, préstele y cóbrele y verá los resultados. Si también desea romper una
relación, que exista un conflicto monetario, verá como se deteriora. Y si desea
que su familia se divida, que se presente un problema de dinero y de inmediato
surgen los inconvenientes. Si la mujer gana más que el hombre, este se
resiente, siente complejos y la mujer muchas veces lo humilla o lo considera
menos, porque es posible que ninguno sepa encausar el asunto del salario, que
muchas veces no es por la preparación sino por el desempeño de uno y otro en
los puestos ocupados en una empresa.
El dinero es bueno para resolver
muchos problemas, para comprar muchas cosas, que solo son materiales, pero con
el no se puede comprar el amor ni la
salud. Cuando con el dinero se pueda comprar la salud, la vida entera y el
amor, entonces yo quiero ser MILLONARIA, porque siendo dueña de esa tres cosas,
voy a ser la mujer más feliz sobre la
tierra…