Los hombres oportunistas (1 y 2)

Los hombres oportunistas

Lunes, 20 de diciembre de 2010, 23:11

Por Vilma Pandelo Cruz

(1 de 2)

No porque sea machista voy a defender todo el tiempo a los hombres, porque tampoco celebro las malas acciones de estos, ya que no son santos y esto, lamentablemente, no es ni el cielo, ni el paraíso.

En la viña del Señor hay de todo y la verdad que la diversidad de humanos es tan increíble como excitante, ya que muchas veces nos podemos divertir definiendo las características que conforman a un personaje de nuestra vida cotidiana y que constantemente nos topamos con esos individuos que han marcado los paradigmas con los cuales fabricamos el que nos gustaría tener como pareja masculina.

Existe en nuestro medio un personaje tan común como el día y la noche, y es el hombre oportunista, vividor, abusador y vago.

Este tipo de hombre mayormente se prepara para lanzarse detrás de una mujer que económicamente está bien y que tiene unos añitos más, a la que el casi siempre le dice “vieja”, para hacerla más débil frente a cualquier relación que pueda tener.

El oportunista no importa de donde venga, aunque muchas veces pertenece a la clase media-baja, se lanza a cazar a una mujer que por lo menos le lleve de 5 a 10 años. Esta la mayoría de las veces tiene un salón de belleza, una tienda, es dueña de una cafetería, viaja para fines de negocios, tiene residencia o es prestamista.

Este personaje le cae encima, la enamora, la amarra bien, la asfixia y empieza a mostrar sus dotes de buen amante, claro que es un tiguerazo, que ha volado mucho y se ha mezclado con mujeres de vida alegre, que les han enseñado el arte de la seducción, y con una buena experiencia adquirida y una buena labia, cae cualquier mujer soñadora, romantica y casi ingenua.

El tipo que tiene conquistada, embobada y atrapada a la mujer, empieza a tirarsele por debajo, diciendo que no tiene dinero para sacarla a tal sitio, que no tiene ropa, que lamentablemente es muy poco lo que puede dar y claro como la mujer está perdidamente enamorada, empieza a flojar los billetes y para agradar a ese oportunista y tratar de retenerlo, le regala muchas cosas, le da dinero y si la apuran mucho hasta se compra un carro para que lo maneje él.

Los hombres oportunistas

Lunes, 27 de diciembre de 2010, 22:24

Por Vilma Pandelo Cruz


(2 de 2)

El oportunista ve en esa mujer una mina, a la que tiene que explotar, pero este tiguere al fin lleva una doble vida, ya que seguro tiene guardada por ahí alguna noviecita contemporánea con la que muchas veces comparte todo lo que le saca a la vieja que tiene como amante.

Y así vemos a esas pobres mujeres fajadas trabajando y el tremendo vividor, como todo un magnate, vistiendo de Oscar de la Renta, Cartier, Polo, con pantalones de sastre, zapatos caros, guillos, lentes de último modelo, y para completar un carrito más o menos, para dizque llevar a la doña a cualquier parte que ella desee y que cuando ella está trabajando se la pasa dando vueltas por la ciudad y quizás paseando con alguna amiguita.

Esto para mi constituye una tremenda burla y una crueldad de parte del hombre.

Esos tipos vividores con el tiempo se van convirtiendo en monstruos, porque se creen dueños del mundo y que con el dinero que le sacan a las pobres mujeres compran de todo, pero jamás sienten amor por nadie.  Es posible que le den a esas mujeres que los están manteniendo, una limosna de cariño y claro mucho sexo para que se tranquilicen y no exijan mucho.

Pero lamentablemente en la vida el dinero, ni el sexo lo constituyen todo, porque hay valores, sentimientos y cosas que son más importantes que todo eso y que al fin de cuentas pueden llenar más.

Yo puedo entender que una mujer madura con un hombre joven puede disfrutar de esa juventud que ellos llevan a flor de piel, pero es casi ponerse de relajo, ya que esos oportunistas lo único que le pueden dar son momentos de placer, porque le salen con cosas nuevas o inventos y sus fantasías sexuales, que para una mujer madura resulta interesante y novedoso, y es posible que la llene de motivación y de ilusiones, mientras dure la embriaguez, el hechizo o la magia.

Pero como dice el refrán que hasta la belleza cansa, un día, ya harta de aguantar tantas cosas decide dar por terminada la relación y es posible que el vividor lo acepte si ya le ha sacado todo lo que quería, a pesar de que como ese oportunista vive de eso, decida lanzarse a buscar otra víctima.

Esas mujeres que tienen relaciones con jóvenes oportunistas y vividores no son felices, sienten un vacío que muchas veces no alcanzan a llenar y casi siempre terminan botando a ese parásito, sanguijuela que la ha secado, la ha dejado casi en la olla, que le ha quitado el deseo y hasta le ha matado la ilusión...