sábado, 27 de agosto de 2011

El sexappeal y la masculinidad


Por Vilma Pandelo Cruz

Como dije antes, las palabras sexappeal es una expresión inglesa que significa, atractivo sexual y se aplica tanto a la mujer como al hombre, pero con diferentes nombres.

El hombre posee atractivo sexual que lo puede hacer irresistible frente al sexo opuesto. En el varón es menos importante, ya que la mayoría de las mujeres se enamoran con el corazón y no con los ojos como suelen hacerlo, mayormente, los hombres. Pero aún hoy en día, desde que apareció la clasificación de los hombres, especialmente los metrosexuales, los papeles se voltearon y ya la mujer es más exigente en cuanto al hombre.

El atractivo forma parte del feeling, la elegancia, el porte, la clase, la virilidad y del estilo varonil que adornan al hombre y que lo hace parecer más apetecible, no importa la edad ni el color, pero si el tamaño y la manera de vestir.

Hay hombres que no se preocupan por la forma de vestir, pero hay otros que con pocos recursos, tratan de verse lo mejor posible, de estar al último grito de la moda. Siempre andan impecable, no se dejan caer, por eso dice el refrán: “genio y figura hasta la sepultura”.

Nosotras las mujeres, jamás hemos sido indiferente al atractivo masculino, pues toda mujer que sepa de gusto, aprecia y hasta se siente orgullosa de tener un ejemplar elegante, que sea admirado por todas. Casi siempre el hombre que le gusta verter bien, le gusta lo bueno, pero la elegancia o atractivo tienen que ir acompañados de la educación, caballerosidad, galantería y por supuesto, el sexappeal que es la pizca que complementa y da distinción al hombre.

La edad, muchas veces, influye en el atractivo, porque esta trae una serie de peculiaridades que pueden asentar mejor la elegancia, como son las canas. A esos hombres, que han pasado a la tercera edad, se les denomina: viejevos, nombre que les queda perfecto ya que es una combinación de viejo y jevito.

Hay viejevos que se ven encantadores y que despiertan el libido de cualquier fémina, motivadas por el aire de hombre experimentado que refleja en su físico. A estos le recomiendo que no traten de competir con los jevitos, que mantengan su personalidad  equilibrada con su edad, pues los hombres maduros son muy interesantes y no tienen la necesidad  de ponerse a nivel de los jovencitos, pues con ello pierden su masculinidad y muchas veces se convierten en ridículos y esto les resta atractivo, provocando muchas veces, la burla del sexo opuesto.  Que el hombre jamás olvide, que las mujeres somos muy curiosas y detallistas.

Cuando hablo de sexappeal me refiero a los hombres que tienen de 28 a 65 anos, no a los jovencitos, pues con esto de la moda norteamericana de la cual recibimos influencia (de andar con pantalones anchos que parecen sabanas, con los fundillos en el suelo; camisetas que parecen batas de dormir, con tenis que parecen chapaletas, sin medias y con las pelada de locos, que parecen matas de coco y del cartón animado de Ciro-Peraloca), no les permite calificar, pues entran en mi inquietud el prototipo del hombre tradicional: pelada tipo guardia, bajita, bien planchado e impecable, medias, un buen perfume, etc. Un detalle muy importante, el uso del pañuelo, que jamás debe faltar en el bolsillo de un hombre, ya que esto le imprime un aire varonil y un toque de seriedad.

De todos modos, un hombre que tiene ese caché con clase, siempre se va a ver de maravillas, aunque se ponga sport. Todo le queda bien, y si tiene un cuerpo fornido, aire de deportista, le gusta lo bueno, baila bien, es esplendido en las invitaciones, es detallista, regala flores, da serenatas, utiliza con audacia su verbo, tiene cultura, es educado y tiene porte, hay que cuidarse, porque estamos frente a un ser excepcional, un hombre como ya no hay y con el que toda mujer suena; a un peligro total y fulminante, ya que puede que su atractivo envuelva a cualquier fémina y esta quede atrapada en sus redes…

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