Los enemigos del amor

Por Vilma Pandelo Cruz

“Ay amor, cuantas mentiras se dicen en tu nombre”

El amor, un sentimiento tan noble que han pasado por muchas etapas y ha sido fuente de inspiración de muchos poetas, escritores, compositores.
    El verdadero amor es capaz de motivar al ser humano a tantos sentimientos hermosos, pero contra él existen muchos factores que podrían convertirse en verdaderos enemigos.
    Nadie que haya sentido la fiebre del amor desearía que ese embrujo, magia, embriaguez se termine de un momento a otro, porque al amor hay que regarlo como una flor. Usted se preguntará, ¿cuáles enemigos puede tener un sentimiento tan noble?, bueno es posible que en los tipos de amor que existen tal vez no, pero en el amor erótico que es el de las parejas existen muchos elementos que pueden empañar una buena relación amorosa, que pudiendo ser fructífera se puede convertir en un triste fracaso.
    Nadie quiere que el amor se opaque, que se acabe, que desaparezca, que se te muera, pero para mantenerlo en estos tiempos, se hace difícil y las parejas que deseen mantenerlo deben de amarse de valor y luchar contra viento y marea.
    Uno de los enemigos del amor, es la falta de tiempo, pues desde que se comienza una relación, el tiempo siempre está, pues para conquistar sobra. Ese tiempo de los dos que sirvió para soñar, compartir, manifestar, planificar. Ese tiempo del encuentro, de las llamadas, de las veladas juntos.
    Cuando la pareja no tiene tiempo para ellos mismos ya existe una frialdad, porque los que se aman siempre buscan tiempo para compartir juntos e incluso se deben de inventar cosas para tratar de permanecer el mayor tiempo posible.
    Otro enemigo del amor puede ser la rutina, que se manifiesta con ofrecer al otro las mismas cosas de todos los días, es ese adormecimiento y haraganería que nos empuja a repetir las cosas del día anterior y eso le hace un daño horrible a la pareja.  Siempre se debe tratar de innovar y renovar para entregarle algo diferente cada día, en eso la mujer tiene mayor responsabilidad porque el hombre es muy cómodo y se lo deja todo a la mujer porque los hombres de por si siempre se cansan de saborear los mismos manjares. En eso de la rutina hay que ser vanguardistas porque hay mucha competencia, pero esto no es cuestión de cantidad sino de la calidad de las cosas.
    Uno de los enemigos más potentes del amor es la falta de intimidad, usted se puede imaginar cuando una pareja se la pasa entre ocupaciones y va dejando las relaciones íntimas para más adelante y luego el cansancio los vence y así van pasando los días y se va enfriando en deseo de estar, de darse, de recibir, de compartir.
    Hay muchos que comentan que en el matrimonio o en cualquier relación las relaciones íntimas no son tan esenciales, pues se han equivocado, porque si vamos por el lado del hombre el hecho de saber que es capaz de hacer sentir bien a una mujer y que esa mujer le pertenece, es el motivo más grande para sentirse pleno y satisfecho.  Las mujeres que piensan que sólo el hombre tiene que poner de su parte está perdiendo el terreno y es posible que le este dado paso a otra que le está motivando a probar. Vuelvo y les repito las mujeres deben ser ingeniosas, creativas, atrevidas, y el orgullo guardarlo en la nevera o si es posible debajo de la cama o tal vez en el closet.
    Un enemigo mortal en el amor es la mala comunicación, lo principal en una relación es que usted busque que conversen, que sea afín a su forma de pensar, que en el diálogo existan cosas en común para conversar por largo tiempo. No hay que darle oportunidad al silencio, porque no se vale el ser mudo. Comparta con su pareja lo que usted siente, quiere, piensa y motívelo a que haga lo mismo y de seguro encontrarán afinidad.
    Finalmente un enemigo pésimo que divorcia a cualquier pareja en la huida ente los conflictos. Aquí hace falta valor y confianza el uno al otro.  Es un compartir constantemente lo que ayuda a saber que podemos confiar en la pareja y se debe de conversar para que juntos puedan enfrentar cualquier situación. No es callando ni huyendo como se arreglan las cosas, hay que recordar que el amor todo lo puede y que si existe voluntad de resolver, la unión hace la fuerza y el amor al fin de cuentas sale vencedor. No podemos permitir que ante tanta crisis, el amor se funda entre sus enemigos. El mismo amor con su poder puede vencer hasta el mismo desamor.