lunes, 26 de septiembre de 2011

Primero madre que mujer

Por Vilma Pandelo Cruz

            Lamentablemente esto es algo que debemos analizar, pues estamos rodeados de mujeres que han contraído matrimonio y se han dedicado a mantener el hogar tomando en cuenta que el hombre es lo máximo y cuando vienen los hijos sienten que su responsabilidad se hace más grande, pero se descuidan de la pareja y e ahí un grave problema.
            Ser madre requiere de mucha abnegación y sacrificio, porque comenzando desde el embarazo hasta el nacimiento la nueva criatura que ha nacido y que ha sido el fruto del amor o la unión que se ha dado entre el hombre y la mujer.
            Es verdad que la mujer tiene un doble rol, pues tiene que estar a la expectativa de  las exigencias de los hijos y también del esposo que requiere de atención y que al nacer los hijos pasan a un segundo plano.
            Cuando una pareja se casa, debe tomar en cuenta que tiene que afianzar su relación antes de lanzarse a ser padres, completar bien los roles y tener la conciencia necesaria para saber que el ser padres requiere de muchas exigencias.
            Ser padres no es tan fácil como traer hijos al mundo y ya, no, es más que eso y es bueno que estemos preparados para cumplir con el rol de padres y luego el de pareja.
            En primer lugar, lo que tenemos que hacer es, darle educación, pero qué significa esto que no sólo educarlos y esto conlleva enseñarles cosas tales como su comportamiento, el respeto a los padres y a los demás.
             Cómo debe llevarse con sus hermanos, sus tíos, sus abuelos a todos los familiares cercanos.
            Una mujer que primero es esposa y luego madre, fracasa, pues los hijos se dan cuenta y reconocerlo en un caso y otro sería lo mejor.
            Una mujer cuando es madre primero debe dedicarle tiempo a los hijos, por los hijos requieren mucho tiempo, los niños para poder formarse correctamente deben recibir una buena educación, que aunque reciben en la escuela la complementan con la casa.
            Pero los padres son los responsables de esa educación, aunque hay muchos padres que para su comodidad prefieren dejárselo a los maestros, que por más que hagan jamás como los padres para corregir lo malo que tienen los hijos.
           Un niño necesita más, necesita amor, atención, y una serie de cosas que tienen que ver con la convivencia, el tiempo y sobre todo con el hogar.
            El hogar tiene mucho que ver con su comportamiento y el ejemplo que le den los padres, pero es más fácil para un niño, pues los padres sólo se dedicarán a él, mientras que los maestros tienen que atender todos los niños y no sólo están pendiente de uno.
            Además no todo maestro está preparado para esas cosas, su papel principal es enseñar y orientar a los niños, pero no siempre reconoce cuando un niño requiere más que otro.
            No deben dejar ese rol a los maestros deben hacerlo los padres porque después se pueden arrepentir, ya que el papel de un padre es muy importante para un hijo y jamás otra persona no puede suplantarlos.
            La mujer debe ser una verdadera madre y luego ser una verdadera mujer para que cumpla con todo lo que se requiere de ella…

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Puede una persona no puede amar a dos a la vez?

Lunes, 19 de septiembre de 2011, 15:05
Por Vilma Pandelo Cruz

El ser humano tiene capacidad para manifestar todo tipo de sentimiento, pero si está ilusionado con dos, tiene que haber una diferencia que distinga o determine, porque quiere a una y porque quiere a la otra, o sea, que le atrae de una y que le atrae de la otra.

Por más interés que muestre un hombre por una mujer, cuando exista una segunda, las cosas se complican, porque muchas veces sucede que se tiene una pareja, pero con el tiempo se cruza otra en el camino y el hombre, machista al fin, decide incluirla en el menú y así disfrutar de lo que le gusta y le brinda la primera y disfruta de lo que le atrae de la otra, o sea, estar con ambas a la vez.

Aunque científicamente puede darse casos excepcionales en los cuales se conozca de un hombre que diga que tiene dos y las quiere a las dos por igual, porque resulta difícil de asimilar que este fenómeno suceda, pero algunas personas piensan que el hombre que acepta ese doble reto, con dos volcanes en erupción (mujeres), acompasados al ritmo frenético de un corazón al borde del infarto y un cerebro llevado al límite, por la osadía de atender a dos mujeres que demandan de todo tipo de acciones para manifestar el amor a un hombre y que este pueda demostrar con hechos lo que su corazón siente.

Y contra todos los pronósticos, no se mueren ni se enferman. Estos extraños seres no se cansan ni descansan, no decaen ni desisten. A pesar de los inconvenientes, se mantienen de pie, debatiéndose entre dos polaridades simétricas y perfectamente equilibradas. Dos amores con igual intensidad, dos tragas sin atragantarse.

Hay algo interesante es que las vivencias afectivas, cognitivas y de comportamiento de quien padece esta doble afectividad se superponen y confunden. En esencia, los dos amores producen los mismos efectos, como si el cuerpo no pudiera considerar por separado los polos del conflicto. La misma taquicardia y la misma emoción localizada en la boca del estómago. No interesa si son mariposas o murciélagos, la consecuencia es la misma: una doble angustia corta la respiración y pone a temblar el sistema hormonal.

"Sueño con los dos, disfruto con los dos, extraño a los dos, no concibo mi vida sin ellos".
Al menos en términos prácticos, en que lo ideal sería no abrir sucursales afectivas. Y no me refiero a la infidelidad, que es el tema aparte, sino a que la emoción se encause por un solo canal. Sin embargo, nada hay más subversivo que el amor, nada más impredecible y sorprendente.

A veces, el doble amor dura poco, pero solo se trata de química concentrada transitoria, ebullición desordenada y vibrante. Pero en ocasiones, la bioquímica es transcendida y el amor se asienta descaradamente durante años. Nos atraviesa como una espada de dos filos y allí permanece como el mayor de los enigmas.

Esto de querer por partida doble me recuerda el "escepticismo que mantenemos frente a las brujas, cuando decimos que no creemos en ellas pero que sí las hay. Yo no he podido ver brujas montadas en escobas, pero he visto volar el amor en todas las direcciones posibles.
Lo he visto estrellarse, morir en un instante. También lo he visto echar raíces en los lugares más inhóspitos y dar los frutos más maravillosos que podamos concebir. En el amor todo es posible.

martes, 13 de septiembre de 2011

Carta a usted

Señora:
Según dicen ya tiene usted otro amante.
Lástima que la prisa nunca sea elegante.
Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.

Y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas sus goces y su lecho
pero el amor señora cuando llega el olvido
también tiene el derecho de un final distinguido.

Perdón... Si es que la hiere mi reproche... Perdón
aunque sé que la herida no es en el corazón
Y para perdonarme... Piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.

Pues sepa que una dama con la espalda desnuda
sin luto en una fiesta, puede ser una viuda.
Pero no como tantas de un difunto señor
sino para ella sola, viuda de un gran amor.

Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferente
al menos al principio, ya no, naturalmente.

Usted será el crepúsculo a la orilla del mar,
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.
Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o algo que no importa.

O acaso cierta noche de amor y de locura
yo vivía un ensueño y... y usted una aventura.
Si... usted juró cien veces ser para siempre mía
yo besaba sus labios pero no lo creía.

Usted sabe y perdóneme que en ese juramento
influye demasiado la dirección del viento.
Por eso no me extraña que ya tenga otro amante
a quien quizás le jure lo mismo en este instante.

Y como usted señora ya aprendió a ser infiel
a mí así de repente me da pena por él.

Sí es cierto... alguna noche su puerta estuvo abierta
y yo en otra ventana me olvidé de su puerta
O una tarde de lluvia se iluminó mi vida
mirándome en los ojos de una desconocida.

Y también es posible que mi amor indolente
desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.
Sin embargo señora... Yo con sed o sin sed
nunca pensaba en otra... si la besaba a usted.
 
Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas
pero ni los rosales dan solamente rosas.
Y no digo estas cosas por usted ni por mí
sino por... por los amores que terminan así.

Pero vea señora... que diferencia había
entre usted que lloraba... y yo que sonreía.
Pues nuestro amor concluye con finales diversos
usted besando a otro... Yo escribiendo estos versos.
 
José Angel Buesa (1910-1982)

La vida es sueño

Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Pedro Calderón de la Barca, 1636-1673

Mi mano siempre...


Mi  mano siempre….

Siempre te daré mi mano
Y mi fuerza te dará apoyo
Siempre seré la sombra
Del árbol en que te alojas

De mis nervios sustentable
Puede esperar la vibra
Y en tu debilidad, mi amo sincera
Mi mano firme y mi mano amiga

A mi querida Sol

Tus ojos en mi...



Mi s ojos se miran en los tuyos
Verdes y apasionados
Que tan solo me han mirado
Y me han llenado de orgullo.

Y murmurando las aves
Cuando están alborotadas
Que tan solo tu mirada
Hace a las aves calmarse.

Y quisiera yo robarte
El beso que no me diste
Y que no quise pedirte
Porque lo quería robado.

Tu  voz varonil me encanta
Y solo puedo soñarla
Pues no quisiera despertar
 para no dejar de oírla.

Que son indecente dices
De mis ojos al mirarte
Pues quisieran desnudarte
Y llenarte de pasión

Con esta loca emoción
Que siento yo al tocarte
Y  me enternece besarte
Y darte mi corazón

Solo así sentiría calma
De saber que ya eres mío
Como las piedras del rio
Y tú eres mi adoración

¿Por qué nos enamoramos?



Por Vilma Pandelo Cruz

Enamorarse es una experiencia a la que no debemos renunciar aunque hayamos sufrido alguna decepción. Pero nos preguntamos,
¿Es realmente este un sentimiento? ¿Cómo saber si es el verdadero amor? Y lo más importante, ¿Qué podemos hacer para mantener el amor?
Enamorarse. El enamoramiento correspondido hace que nos sintamos felices.
Cuando entramos a la fase del enamoramiento creamos inconscientemente dentro de nosotros, un mundo fantástico, donde todo parece perfecto y donde no entran en juego ni las dudas ni las decepciones.
El enamoramiento es un estado emocional de alegría y felicidad que sentimos cuando nos encontramos fuertemente atraídos por otra persona, a la que idealizamos y le atribuimos toda una serie de cualidades que en la mayoría de los casos magnificamos.
         En cada persona el enamoramiento surge por causas diferentes y específicas. Vemos en esa persona a un ser encantador que nos cautiva por una serie de cualidades que nos gustan y nos atraen, su manera de ser, comportarse, moverse, belleza, inteligencia, etc. Incluso a veces no encontramos una causa objetiva y concreta que justifique los sentimientos que experimentamos.
         Cuando la persona enamorada es correspondida, siente un deseo irresistible de estar con la otra persona, de conocerla y de ahondar en su vida. Pero cuando esto no es así y el enamorado no es correspondido, experimenta un sentimiento de tristeza y frustración que tendrá que ir superando para salir de este estado.
El que experimenta esa rica sensación de estar enamorado piensa que ese amor es el definitivo, único e irrepetible y que va a perdurar siempre. Sin embargo, es tan sólo el comienzo de un proceso que puede o no acabar en verdadero amor, y que dependerá en gran medida del conocimiento y el trato que vaya teniendo de la otra persona, conocer sus gustos, preferencias, objetivos, etc.
Este proceso consiste en la maduración de ese amor inicial para convertirlo en una amor sólido donde se cimiente una relación duradera y de entrega, dando paso en muchas ocasiones a un proyecto de vida en común o de familia.
Con frecuencia, algunas personas confundimos el estar enamorado con otras formas de amor o de sentimientos. Debemos tratar de identificarlas y de diferenciarlas del verdadero enamoramiento.
Cuando la persona se enamora solamente si hay un obstáculo que impide llevar a cabo una relación, pudiendo ser este obstáculo el propio rechazo de la persona a quien quiere conquistar, o bien la existencia de un rival, o cuando está casada, etc. En tal caso, cuando el obstáculo desaparece y consigue su objetivo, el amor también desaparece.
Cuando una persona se siente atraída por otra como consecuencia de lo que tiene o representa: riqueza, poder, clase social, etc. Es lo que llamamos el amor por interés. Personas que consiguen sus metas a través de otros y se valoran en función de los méritos del otro.
 Personas inseguras que engañan a la persona amada para seducirla, con cualidades que no tienen u ocultando defectos. Son personas que conocen muy bien sus limitaciones y que saben como ocultarlas y evitar que el otro las perciba pero, tarde o temprano salen a la luz y es cuando empiezan las decepciones y el otro se siente engañado, sea mujer u hombre.
Tras una decepción amorosa, hay personas que quieren volver a enamorarse para olvidar el amor que le está haciendo sufrir, mantienen una relación con otra persona con la que se sienten cómodos pero no enamorados, pasado cierto tiempo esta relación fracasa.
El caso de esas personas, sobre todo adolescentes, que creen estar enamoradas de sus ídolos, sienten admiración por lo que hacen o por como son físicamente, y lo confunden con el amor.
Al comienzo de toda relación es bueno conocer las inquietudes, hobbies y actividades que a cada uno le gusta hacer e intentar respetarlas y, en la medida de lo posible, hacerlas juntos pero, sin forzar situaciones.
No debemos olvidar que también es bueno hacer cosas individualmente y que es un error pensar que las parejas que pasan más tiempo juntas funcionan mejor.
En definitiva, se trata de no perder las ilusiones que siempre se ha tenido ya que, en la medida en que uno está bien consigo mismo lo va a estar para aportar lo mejor de sí a la relación.
Transcurrido un cierto tiempo, se pasa de la euforia del comienzo a la tranquilidad de la vida cotidiana, después de varios años de convivencia se produce el cansancio y el deterioro de algunas parejas que no han puesto los medios para evitarlo y esto junto con la rutina puede conducir al final de la relación.
Para que esto no ocurra y mantengamos la ilusión y entusiasmo, es preciso cuidar día a día nuestra vida en común. A través de los pequeños detalles y de la comunicación, intentando cada día un acercamiento mayor, demostrándole además a nuestra pareja que la queremos y haciendo que se sienta feliz a nuestro lado.

martes, 6 de septiembre de 2011

La otra cara de los crímenes pasionales


Por Vilma Pandelo Curz

En días pasados escribí sobre los crímenes pasionales y salí en defensa de la rama femenina, pero aun siendo mujer pienso que nosotras, y que me perdonen las feministas, hemos revolucionado al mundo y muchas veces hemos sido las causantes de muchas de las desgracias que han sucedido con los hombres, incluso desde Adán hemos mostrado que nuestro poder de seducción llega muy lejos y que por más malos que sean los hombres, nosotras lo superamos. Los hombres son sabios y las mujeres astutas y la astucia es más fuerte que la sapiencia.
            Es cierto que hay muchos hombres que han llegado a asesinar a sus mujeres, pero nadie ha entrado en el  análisis de por qué estos varones cometen semejantes crímenes llamados pasionales.
            Pienso que hasta el hombre más tranquilo se alborota cuando piensa, sabe o siente que su mujer lo está engañando o usando, claro que ustedes dirán que las mujeres pasan por lo mismo y las pobres son siempre pisoteadas, pero una mujer se consuela o se calma más rápido que un hombre, y muchas veces las mujeres lo superan más fácil que los hombres, porque a pesar de que el hombre es fuerte "físicamente", en lo espiritual, moral, natural o humano es súper débil, aunque muchos tengan un carácter agresivo y casi invencible.
            He sabido de muchas mujeres que se han servido de los hombres para lograr cosas materiales y luego que los usan y consiguen lo que quieren, lo dejan y hasta se van con otros y de seguro no harán nada por ella, pero como se dice, el mundo está lleno de ingratos y es de humanos.
            El hombre por naturaleza es un animal y tiene mucho de salvaje y creo que la mejor forma de aquietar a una fiera es con cariño, pero no con engaños, pues si la mujer no quiere más nada con su pareja, no debe abusar de su debilidad o su amor y hacerle daño, es mejor el diálogo y el rompimiento ante cualquier circunstancia.
            El varón muchas veces es egoísta, pero la mujer casi siempre es vanidosa y va tras lo que quiere no importa lo que sea, entiendo que el hombre cuando quiere poseer una mujer le ofrece las estrellas, pero es de ella la culpa si cae, porque tienen un sexto sentido que las intuye y les avisa, cosa que el hombre no tiene.
            Son muchas las mujeres que provocan la ira de los hombres, porque lo llevan a un punto de encontrarse con su misma naturaleza animal y reaccionen sin pensar; provocan que el hombre piense muchas cosas sobre él y su masculinidad herida, y hay que entender que no todos los varones reaccionan iguales y ni tienen el mismo pensamiento, yo creo que muchas veces es cuestión de ignorancia y otras por el falso machismo, pasado ya un poco de moda, por el cambio de los tiempos.
            Pienso que las mujeres son en 60% culpables de sus muertes, porque retan a los hombres y lo acorralan haciéndolos cometer cualquier locura, porque con relación a los homicidios y los suicidios son inducidos por las malas acciones de las mujeres y los hombres presos dentro de su propio ser y conciencia prefieren acabar con sus vidas y con la de compañera y muchas veces la de su familia.
            Con tantos asesinatos cometidos de parte de los hombres, las mujeres debieran de tener más cuidado y tratar de ir derechas por la vida, porque en este globo llamado tierra, nada está oculto debajo del sol.
            Cuando un hombre se entera que una mujer le ha sido infiel, entra en un depresión muy fuerte y siente que nadie lo quiere, que ha sido burlado, que le han herido su dignidad y que eso no se puede quedar así y es por eso que le da lo mismo todo, y una de las cosas que piensan es suicidarse para que se acabe la burla de la gente, de la mujer y de todos sus amigos. 
            Muchas veces pensando más lejos y con la creencia de que esa mujer le pertenece y que es de él o de nadie, recurren al homicidio y para que los hijos, si los tienen, no se queden solos en el mundo o no pasen trabajo, cometen infanticidio. Ahí lamentablemente la culpa de los hechos de los adultos, la pagan los inocentes que no pidieron venir al mundo y no tienen nada que ver con esas malas acciones. 
            Nadie, pero nadie tiene derecho de quitarle la vida a otro y menos a un niño, eso lo castiga Dios, porque de Dios es la vida y así como la dá, la puede quitar…