viernes, 26 de agosto de 2011

¡Oh, vanidad cuanto se gasta en tu nombre!

¡Oh, vanidad cuanto se gasta en tu nombre!

de Vilma Pandelo Cruz, el Lunes, 08 de agosto de 2011, 11:35
            La palabra vanidad significa fragilidad, nada. Cosas vanas, inútiles. Deseo de ostentar, de lucir: La vanidad es una forma inferior del orgullo.
            No existe una mujer que no guarde un poco de vanidad en su ser.  Yo diría que la vanidad tiene cara de mujer.
            La vanidad forma parte de nuestra vida cotidiana y es algo que está dentro de nosotros, pero que no siempre la desarrollamos tanto.
            Cuando una mujer es vanidosa muestra una especie de envidia porque siempre trata de obtener lo que otras tienen.
            Y muchas que lo tienen todo quieren tener más, porque lo que poseen no les satisfacen y necesitan cada día saciar su curiosidad por las cosas caras, ostentosas, extravagantes y muchas veces estrambóticas.
            El perfil de una mujer vanidosa se determina porque casi siempre son seres que la mayoría de su vida han sentido las limitaciones y pertenecen a una condición de escasez, casi extrema.
            Las féminas cuando son vanidosas se creen dueñas del mundo, que todo el mundo tiene que estar a sus pies.  Son casi siempre compradoras compulsivas y se gastan más de lo que tienen.
            Estas femeninas no miden cantidades ni circunstancias, compran todo lo que entienden las puede hacer sentir bien y casi siempre tienen como meta competir con otras vanidosas como ellas.
            Tienen una autoestima equivocada, porque son tan fuertes que no se detienen a pensar lo que están haciendo o que se están dejando llevar por la ambición, la lujuria, la envidia y el egoísmo.
            Muchas creen que eso de ser vanidosa es una gracia y alardean de serlo sin darse cuenta que esa actitud las daña frente a los demás, porque cae mal que una mujer muestre cuan vanidosa es.
            Por asunto de vanidad, las mujeres se convierten en derrochadoras y eso les empobrece el bolsillo tanto al compañero como a ellas.
            Creo que la mujer debe ser presumida, porque de esa forma puede estar siempre hermosa y atractiva para gustarle a su pareja, pero lamentablemente una mujer nunca se viste con elegancia para agradar a los hombres, sino para competir con las demás mujeres que conoce y que tal vez sean como ellas.
            El espíritu de competencia las llevas a dejarse arrastrar por los placeres banales del mundo y la vanidad coge su espacio para que la mujer se olvide del mundo y viva para satisfacer sus más grandes ambiciones y darle riendas sueltas a sus instintos.
            Realmente ser vanidosa, presumida y orgullosa lleva a la mujer a ser rechaza por la mayoría de personas.
            Pues a pesar de que existe una horrible inversión de valores, hay muchas personas que mantienen su condición humana, sus principios y valores morales a flor de piel.
            La vanidad borra toda bondad, sencillez, sensibilidad y rastro de humano, porque es algo que atrapa y seduce, pero no como el amor, sino en forma negativa y eso de verdad que hace mucho daño a cualquier persona.
            Rescatemos los valores sanos y vivamos con la misma humildad que vivió Jesucristo que ha sido lo más grande que ha dado la humanidad.       

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