Por Vilma Pandelo Cruz, el miércoles, 12 de octubre de 2011, 3:15
Me desperté una mañana
Con una extraña quimera
Creí que tú me mirabas
Y que me tocabas entera
Sentir tus manos en mi cuerpo
Es muy estremecedor
Y recordé de tu amor
Aun estaba despierto.
Ese amor que me enloquece
Me aprisiona y me seduce
Y que a veces me conduce
Hasta perder la razón.
Un amor desesperado
Libididoso y sublime
Que sonroja y redime
A este pobre corazón.
Amor que vino de pronto
Y que se llevo mis ganas
Y que en una sola mañana
Se apodero de mí ser.
Quien tuviera así un querer
Que se llevara tus cosas
Tus besos de boca rosa
Y un tierno amanecer.
Pero desperté muy triste
Porque no estabas conmigo
O acaso tu estuviste
Y me dejaste soñando.
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