lunes, 26 de marzo de 2012

Mas allá de las nubes


Por Vilma Pandelo Cruz
Si miramos hacia arriba, podemos divisar las nubes, el sol y las estrellas, pero jamás podremos ver más allá, porque nuestros ojos como humanos limitados solo alcanzan a ver hasta las nubes, pues cualquier cosa que este más lejos se pierde a nuestra vista.
La vida ha ido evolucionando tanto que es un verdadero caos y el ser humano todavía no se repone de la forma vertiginosa como están pasando las cosas. Todo lo que habita en este planeta ha tomado un curso de rapidez que aun no podemos pensar en cómo detenerlo, porque eso es cuestión de tiempo y este solo se detiene con la muerte, y quien desea morir?.
De la misma forma como sólo podemos divisar las nubes, las cosas aquí en la tierra parece que le van a pasar, porque todo esta mas allá de ellas.
Nunca dejo en mis ensayos la palabra evolución, modernismo y tecnología, porque son los tres factores que más incidencias tienen en el quehacer humano. Y es que esos tres elementos han llevado al hombre forzosamente a realizar un cambio en su vida, en su acción y hasta en su reacción.
Hay cosas que de un primer lugar antes, no solo han sido relegadas a un tercero o cuarto lugar sino a un último lugar y es que parece que este sentimiento llamado amor ya ha perdido su valor espiritual y se ha puesto en una balanza para valorarlo en metal.
El amor que antes era la única fuerza que movía el mundo, ya no mueve ni la brisa, y el metal (llámese dinero), ha venido a ocupar el lugar más elevado de la tierra. El hombre con ese afán de poder y ser más grande que Dios, ha echado atrás todo lo considera un estorbo para llegar y todos sabemos que si se deja guiar del amor, la conciencia toma su espacio y reclama, ahí e hombre se debilita y se deja convencer.
            Pero hoy el hombre se ha dejado arrastran por su pasión hacia ese metal que mas que unir ha separado a los humanos de Dios y de sus semejantes.
            Ha entrado al  mundo la corriente del egoísmo que ciega a los humanos que se dejan arrastrar por él. Ya no existe un control de nada, ya  no hay leyes que se respeten, ni reglas que se cumplan, el hombre es él y solamente él y los demás que la sigan.
            Solo existe la competencia de quien consiga mas y a costa de lo que sea y de quien sea.
            Los suicidios, homicidios, infanticidios, en fin, los parricidios están a la orden del día, la gente le ha quitado valor a la vida, la ha puesto al nivel del peso, que cada día va perdiendo su valor.
            Los robos, asaltos, atracos y secuestro han tomado las portadas de los periódicos. El como si todo esto se convierta en un negocio entre los delincuentes y vagos que quieren ganarse la vida fácil.
            La envidia, el egoísmo, la hipocresía. la ambición, la maldad y la avaricia están arropando al mundo.
            La política, la demagogia, la democracia, el feminismo y el machismo están en pleno apogeo, parece como si fuera una moda.  Todos la quieren usar, para estar al día, pero pocos tienen las posibilidades por lo que cuenta mantenerla.
            Y ni hablar de los precios de los artículos del hogar, los comestibles, la gasolina, el gas propano, las medicinas, la ropa de vestir, los colegios, universidades, escuelas y útiles escolares.
            De los servicios energéticos, telefónicos y acuíferos, están más allá de las nubes y el pobre Yaque ya ni agua tiene, solo alberga en su corazón aguas negras o residuales, que lo están carcomiendo poco a poco hasta que desaparezca de la faz de Santiago y el Cibao.
            Lo peor del caso es que nadie tiene la intención de detener esta catástrofe, de sacudirnos y mirar hacia arriba y pedirle a Dios que nos ayude. Que nos arroje luz en este mundo de tinieblas de confusiones. Donde el hombre ha perdido la fe en lo Divino y ha decidido ser su propio dios.
            En este mundo de confusiones todos esta por las nubes, sin embargo, el amor esta por las alcantarillas…!Que pena me da por esas personas que se ha dejado endurecer el corazón y les han cerrado las puertas al amor! De esas personas que miden los sentimientos con el metal. Por esos insensibles que no se conmueven ante el dolor de sus semejantes. Que no les gusta mirar hacia atrás y ver sus miserias.
            Ya son pocos los nobles, los benévolos, los dadivosos, los románticos, los sentimentales, los sensibles, habrá que buscarlos con lupa y si los atrapamos, debemos de retenerlos para poder recuperar la fe en la humanidad, porque para muchos el consuelo solo está en Dios y la confianza en los semejantes se ha ido perdiendo y cuando deje de existir totalmente, entonces ya el mundo no tiene razón de ser.
            Quiero elevar una oración al Todopoderoso para que nos toque a todos y nos llene de su amor, para que se detenga la corriente negativa y de paso a las cosas buenas, bellas y sencillas. Que ablande nuestros corazones para que podamos encontrar misericordia y seguir fomentando ese sentimiento tan hermoso y sublime como es el amor…Amén.


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