Estábamos en la arena
Como dos enamorados,
Yo, como bella sirena
Y él estaba enamorado.
Me tomaba de las manos
Como queriendo besarme
Y parecía insinuarme
Que estaba desesperado.
Y yo le decía, espera,
que lo nuestro hay que cuidarlo,
no vaya ser que otro hombre
quisiera desbaratarlo.
Después de tanto pensarlo,
Me dijo: eso es verdad
¿Acaso no es cierto entonces
que los besos más sabrosos
se dan en la oscuridad?
Como dos enamorados,
Yo, como bella sirena
Y él estaba enamorado.
Me tomaba de las manos
Como queriendo besarme
Y parecía insinuarme
Que estaba desesperado.
Y yo le decía, espera,
que lo nuestro hay que cuidarlo,
no vaya ser que otro hombre
quisiera desbaratarlo.
Después de tanto pensarlo,
Me dijo: eso es verdad
¿Acaso no es cierto entonces
que los besos más sabrosos
se dan en la oscuridad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario